Pikuniku, humor absurdo y colorido para tu disfrute
Pikuniku abre con una cinemática en la que un pegote rosa con un sombrero muy elegante nos pregunta si queremos dinero gratis. Al acabarla un fantasma nos hace una referencia al primer Zelda seguida de una broma. Y nada más salir podemos encontrar un lugar secreto, cuya recompensa es ver a un bicho bailando. Eso, en esencia, es Pikuniku. Hablemos un poco más de esta colorida y absurda aventura de Sectordub.
El protagonista definitivo: Piku
Piku es un óvalo rojo con piernas. Entre sus maravillosas habilidades se encuentra la capacidad de saltar, esconder las piernas, rodar y pegar patadas. En esta simpleza más que necesaria, Pikuniku crea una base sencilla que realizará su función durante toda la aventura.
Pero no es solo que Piku sea más habilidoso de lo que parece, sino que encima tiene su personalidad. No está necesariamente definida, pero encaja en ese papel de elemento irritante que irrumpe en las vidas de los demás. Esto se ve en unos diálogos absurdos, sencillos y que de vez en cuando te dan a elegir entre varias opciones. Aunque no cambia en exceso la respuesta, da una sensación refrescante.
La libertad de poder elegir entre dos preguntas retóricas marca la experiencia de Pikuniku. Eso y el rodar colina abajo, hecho una bolita. Todo lo que necesitamos al fin y al cabo.
Color y sonidos de caricatura, en un mundo hecho para ti
El mundo de Pikuniku es especial en su simpleza, todo lo que ocurre esta planeado para sacarte una sonrisa. Todo en lo que se centra el título es en el jugador, concretamente en hacer que te diviertas.
El mundo aguarda sorpresas, personajes y momentos que en todos los casos acaban siendo refrescantes. Un elemento muy importante para esto es que no abusa de sus ideas. Las ejecuta lo justo como para que puedan parecerte divertidas y después pasamos a otra cosa. Después de todo el juego solo dura tres horitas.
Además de que el juego recompensa la exploración y el encontrar cada detalle escondido recompensa. Y seguro que hay un montón de secretos que no he podido encontrar pero vosotros sí. Secretos absurdos e hilarantes, que harán las delicias de los amantes del humor absurdo.
Disfruta, mientras dura
Al final del día, Pikuniku es eso. Un juego colorido, cortito, divertido y ante todo eficaz. No creo que su corta duración sea un impedimento o algo malo a destacar, al contrario. Lo bueno si breve dos veces bueno.
Incluso el argumento es agradecido y aporta al conjunto. Además de poner en marcha los engranajes que mueven la aventura. Y en su simpleza y sin tratar de pretender ir más allá, nos dice algo.
Sinceramente si buscáis un juego complejo en cualquier apartado, es obvio que esto no encaja. Sin embargo, si veis que merece la pena echarle el guante a un juego simpático y que os hará pasar una buena tarde… La verdad es que no se a que estáis esperando.